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domingo, 5 de julio de 2015

Habitación limpia de polvo

Las paredes de la habitación reclaman nuestro sudor
pero el salazón se lo dan las lágrimas.

En la cama reina el silencio
y tus gemidos contra mi cuello
solo se oyen en sueños.

Y no acaba.
Y no te empiezo.
Y no te acabo...

Y no te vuelvo a empezar.