He cometido
el grave e involuntario delito de llamar arte
a quien
dibujaba cincelando sobre mi espalda
la
premonición de mis masacres
sin saber
que a un pintor moderno le bastó un solo pincel con tu nombre
para
destruir lo que hasta ahora entendíamos por belleza.
He oído cómo
critican a los que dejamos caer por nuestras mejillas
un par de
lágrimas contemplando un cuadro
y lo que no
saben es que yo podría derramar el doble
si tuviese
la oportunidad de verte bailando sobre las pestañas
de la mujer
que lleva grabado en los labios el beso más colorido del mundo.
He visto cómo
se han suspendido conciertos en días nublados
y a gente
abriendo el paraguas para que la lluvia no les cale hasta los huesos
sin saber que
“vos sos una de esas gotas minúsculas”,
capaz de
llenar cualquier vacío
con la
grandeza de tus ojos como platos cuando hablas con pasión.
He visto
cielos iluminados que no te llegan a la altura de los versos
y a mujeres
llorando en las esquinas que la sociedad les ha preparado
y creo que
por fin he encontrado la solución al cáncer de pulmón
que no deja
respirar moralidad al mundo.
Y si no lo
crees, mira tus manos y verás en ellas caminos de salvación.
Y como cantaba
un viejo pirata a la proa de su guitarra:
Nunca
vuelvas a mirar atrás, no …
Nunca
vuelvas a mirar atrás, no…
Y es que es
absurdo girar la cabeza cuando tienes delante
A alguien
que como mejor se le ve es con los ojos cerrados.
Es absurdo
vivir sin creer en esa puta magia que desbordan sus bolsillos.
Y es que:
"sólo
viviendo absurdamente se podría
romper alguna vez este absurdo
infinito."